Socializando

Este fin de semana no salí a mi usual exploración de Copenhague, ya que me vi obligado a atender dos compromisos sociales (uno el viernes otro el sábado) con la única finalidad de favorecer el proceso de integración con mis nuevos colegas y participar en esta práctica de la socialización. A continuación presento una descripción general de cada una de las reuniones:

Reunión 1

La reunión del viernes es una que se realiza aproximadamente cada dos meses, y en la que sólo participan los estudiantes de Doctorado del IMFUFA (Instituto para el estudio de las matemáticas y la física y sus funciones en la educación), y aquí aparece la primer cosa interesante: Olvídense de esa separación/disputa entre los «educativos» y los «puros o aplicados», la única distinción es entre físicos y matemáticos (y únicamente por el campo de conocimiento en el que se desenvuelven), los cuales sin emabargo, convivimos en armonía: Todos somos IMFUFAers. Nice.

La sede de la reunión se va rotando. El anfitrión en turno ofrece la comida y el lugar, mientras los demás llevan las bebidas. El objetivo de la reunión además de comer, pistear y cotorrear, es hablar de la situación de cada uno de los PhD’s: Si tienes algún problema personal, con tu asesor, con la administración, con tu cubículo, teórico-práctico con tu trabajo de tesis, quieres cambiar de compadre, etc., este es un buen lugar para exponerlo y obtener apoyo-soluciones de tus colegas. De hecho hay un momento de la reunión destinado a este asunto. Otra vez nice.

El grupo es variado. Actualmente consta de once miembros y se anunció que pasando el verano llegarán tres nuevos estudiantes internacionales (así nos dicen a los no daneses). Dos de los nuevos provienen de medio oriente. Junto conmigo llegaron dos italianos, hay una mujer de Bulgaria con nacionalidad alemana, otra de Francia y los demás daneses. Es como un Cinvestav pero en lugar de Maravatío del Encinal o Chilapa, pues es más internacional (ver foto).

Su nivel académico es bueno. Son muy buenos hablando inglés. Más de uno además del inglés medio «masca» o de plano digiere otros idiomas debido a sus estadías en el extranjero u otros motivos. Es inspirador.

No voy a entrar en los detalles porque a más de un@ podrían resultarles vergonzosos, pero puedo afirmar que son más «open-minded» y liberales que otros estudiantes de ciencias que conozco. ‘Ora si que como dice el Apolo: Caí en blandito…

Por motivos estrictamente científicos, me quedé hasta que la reunión se acabó, para poder apreciar la evolución y consecuencias de este interesante episodio social. Por el momento sólo puedo reportar que la fiesta acabó en un lugar diferente de donde empezó (con etapas intermedias que no puedo recordar con claridad) y con el frío amanecer de Copenhague sobre nosotros.

Reunión 2

A esta reunión me invitó Martin Niss (de camisa blanca con rayas en la siguiente foto). Un joven profesor asociado de IMFUFA que se especializa en historia de la física/física educativa. El me ha brindado muchísimo apoyo para introducirme al funcionamiento del Departamento, cosa que aprecio mucho.

Para mi era interesante asistir a esta reunión porque sólo conocía el concepto en teoría, de los materiales que he leído sobre Dinamarca y su sociedad. Debido a su clima mucha de la vida social danesa es «indoor», pero necesitas a alguien que te introduzca a ese círculo social o tener algún tipo de pertenencia al mismo. Afortunadamente la reunión estaba relacionada con IMFUFA, como se verá más delante.

El origen de la celebración se liga a una historia realmente inusual. Digna se contarse: Parece que en algún momento, un joven danés errante y confundido por la vida, dentro de esas decisiones locas que tomas en estos momentos, decide estudiar matemáticas. Desde ese momento su vida cambia. Ve la luz. Las matemáticas le cambian la vida, se gradua, se mete en el negocio de los bienes raíces, hace montañas de dinero, y en un momento de reflexión y desprendimiento material, decide que debe dar a los jóvenes una oportunidad de encontrarse con las matemáticas como él lo hizo. Entonces inicia una fundación.

Una de las principales acciones de la fundación es otorgar un premio. El procedimiento es el siguiente: Si tu eres un estudiante de Maestría de matemáticas (insisto nuevamente, no existe eso de los educativos y no educativos. Todos son matemáticos) de cualquier Universidad Danesa y logras graduarte entonces entras a un sorteo (las Universidades se encargan de enviar su listado de graduados de cada año para que participen). Sólo hay un elegido, pero si eres el afortunado, te haces acreedor a un viaje, a cualquier parte del mundo, con quien tú quieras, durante un año, sin importar tu promedio, todo pagado, para seguir estudiando matemáticas. Voy a poner un ejemplo para ilustrar la magnitud del premio: Si me llamara Mariø Sånchæz y fuera un recién graduado de maestría en matemáticas de alguna Universidad Danesa y ganara el sorteo, entonces me podría ir a Princeton durante un año, llevar a mi esposa, a mi hija, a mis padres y a mi suegra, y la fundación no tendría problemas en pagar TODOS los gastos de esta horda. Si no estás casado puedes llevar a tu novio o amante. Situación simplemente increíble dadas las becas limitadas a las que uno está acostumbrado.

Entonces, la reunión era para celebrar a un par de muchachos (novios) que recién había llegado del viaje que el muchacho había ganado mediante el sorteo. Es un graduado de IMFUFA. Así, la reunión estaba llena de familiares y de IMFUFAers de diferentes status: estudiantes de licenciatura, maestría y doctorado, ex-alumnos y profesores.

No me sentí tan raro en el grupo porque ya conocía a varios. De otros creo que me estoy ganando su simpatía porque se sentaban conmigo a platicar en buena onda (luego luego sientes), como una estudiante de Doctorado que estaba sorprendida por la manera en que había logrado dormir en mis brazos a su bebé de tres meses en la reunión del día anterior, y otros más que nunca había visto me decían: «Entonces tu eres el mexicano…» No somos muy comunes por acá, además de que me imaginaban casi casi con sombrero y gabán.

La reunión tiene tres tiempos. En el primer tiempo tomas café con galletas y pastel, y platicas de la vida. En el segundo tiempo comida tipo buffet y sigues platicando de la vida. En el tercer tiempo algo que ya había leído pero que ayer comprobé: A los daneses les gusta mucho beber cerveza (sí, otra vez caí en blandito). Tienen una gran variedad y en el super puedes conseguir Corona y Sol como a dos euros cada una. De hecho en un momento se unió a nuestra mesa un señor que muy orgulloso nos invitó a degustar la cerveza casera que producía en su sótano. Se tomó la molestia de explicar en inglés el proceso de elaboración en atención a mi presencia y dada su sabiduría sobre el tópico me quedé con ganas de preguntarles si se podría hacer una con frijol. Hasta después se me ocurrió.

Fue un ambiente muy relajado y agradable. Yo le hubiera agregado un conjuntito norteño a la tercera fase, pero estuvo bien. La reunión fue en un lugar llamado Høje Taastrup, así que salimos Skipper, Martin y yo como a las 2 y algo de la mañana para alcanzar nuestro camión a Copenhague. Skipper bajó primero y Martin y yo seguimos hasta el centro para de ahí caminar a Nørreport y tomar el metro. Todos coinciden en que puedes caminar de manera muy segura en Copenhague, incluso a esas horas.

Mario

Per’s Køkkenhave

El día de hoy, el buen Per me invitó finalmente a conocer su Kitchen Garden (Køkkenhave en danés, y yo diría que Huerta en español).

Afortunadamente no fuimos directamente al lugar, y primero me llevó a la playa de Amager que está como a 1.5 Km de nuestro apartamento. Me pareció un lugar muy bonito. Ves a algunas familias paseando, otras personas corriendo, algunos practicando deportes acuáticos como el windsurfing, pero lo que más me llamó la atención fue una gran fila de generadores eólicos internada en el mar. No hay que perder de vista que Dinamarca es un líder mundial en la producción de esos aparatos, que ocupa la quinta posición en el mundo en la lista de productores de energía eólica, y que además genera el 20% de su electricidad por medio de este sistema.

El arena en la playa es gris, de un tono diferente al de nuestras playas. No hay olas. El agua es muy cristalina. Me acordé de Varadero.

La diferencia acá además de la ausencia de cubanos, es que el agua está fría. De hecho no vi a nadie bañándose, aunque Per me aseguró que en verano sí lo hacen.

Otro asunto interesante es que desde el lugar donde estábamos, se alcanzaba a ver el puente de Oresund. Mi tío David, Apolo Castañeda y yo (de manera independiente), vimos en el Discovery Channel un programa sobre este puente que es una maravilla de la ingeniería. Une a las ciudades de Copenhague en Dinamarca y Malmö en Suecia. Se inició su construcción en 1995, y fue en julio del 2000 que la Reina Margrethe II de Dinamarca y el Rey Carl XVI Gustaf de Suecia hicieron la inauguración oficial. Mide 7.8 Km y 3.5 Km de la ruta es submarina.

Le dije a Per que uno de mis planes es usarlo para visitar Suecia (sería un error no ir estando tan cerca), y él se ofreció para hacer el viaje junto conmigo y mostrarme las ciudades de Malmö y Luns, ésta última donde él estudia. Yo acepté la propuesta, aunque no fijamos una fecha para el viaje.

Finalmente nos fuimos a su huerta que está a unos metros de la playa. Es un espacio compartido con otras personas donde cada quien tiene sus cachitos de tierra. Como un club de agricultores.

Es un ambiente muy relajante, con gente agradable que pasa el tiempo cuidando y viendo crecer sus plantas. Yo lo percibo como un hobbie, pero en el caso de los daneses, un hobbie de viejitos (o adultos mayores pues). Per fue el único joven que vi, y se lo dije. El coincidió con mi opinión.

Per tiene tres cachitos en la huerta comunal y tiene plantados rosas, tulipanes, margaritas, lechugas, espárragos (que me traje para comer), papas, cebollas y otros que no pude traducir ni reconocer.

Ya le he platicado a Per que mi abuelo paterno es agricultor. Hoy le dije que le hubiera gustado ver ese lugar. Per me preguntó si él también tenía un “Kitchen Garden”. Yo nomás me reí. Le dije que mi abuelo sí era profesional en esos menesteres…no como otros.

Finalicé el día yendo a lavar mi ropa. A pesar de toda la teoría que me dio Per para usar las maquinas, a la mera hora me perdí con todas las opciones en danés. Afortunadamente me encontré a una amable señora musulmana que me auxilió. A pesar de que le decía que no hablaba danés, no le importó y me seguía dando un montón de indicaciones. Muy simpática la señora. Le di las gracias en danés y me despedí de ella al finalizar mi lavado.

Mario

Un poco de Dinamarca II

Los días previos a la asignación de mi cubículo en la Universidad de Roskilde, estuve estudiando en la Biblioteca Central de Roskilde. Quiero dedicar este episodio del blog a hablar un poco de ese lugar.

La Biblioteca está situada en la zona centro de Roskilde. Es una biblioteca grande (Javier Lezama me preguntó al respecto, y ahora puedo asegurar que es más grande que la de matemáticas del Cinvestav), que tiene varias secciones de las cuales hablaré más adelante.

La principal razón por la que asistí por primera vez a esta Biblioteca, fue que tiene internet gratuito. Hay como unas quince computadoras con pantalla plana disponibles para los usuarios (sin límite en el tiempo de uso, ni páginas restringidas), o bien, puedes llevar tu propia compu y conectarte inalámbricamente sin necesidad de una contraseña.

La Biblioteca es ampliamente utilizada por la comunidad. Me inclino a pensar que es por su amplia oferta. Encuentras libros y revistas que abordan los tópicos usuales que encontrarías en una Biblioteca municipal (Historia, Ciencia, Lenguas, etc.) pero hay otros que no me parecen tan comunes, por ejemplo: Moda varonil y femenil, cocina, autos, motos, pesca, tecnología, política, farándula, perros, decoración, maternidad, sexo, religión, fotografía, navegación, etc.

También tiene una gran zona dedicada a los niños llamada Børnebibliotek, en donde además de encontrar libros para niños de diferentes edades, encuentras juguetes y juegos, y una decoración ad hoc.

Lo interesante es que el acervo de la Biblioteca no se limita a libros y revistas. También puedes acudir para llevarte a casa alguna película en formato DVD o VHS, o incluso un videojuego para tu Xbox o Playstation.

También tiene su sección de música, donde puedes acceder a libros y revistas de música y por supuesto a CD’s y LP’s (no busqué casetes). Los géneros que encuentras son variados. Puedes encontrar desde Hip Hop, hasta Mariachi. Tomé una foto del Mariachi Azteca para aquellos que lo duden. Como verán, en la portada aparecen unos miembros que se ven muy güeros pa’ ser mexicanos. Otros de plano sí se ven como de Maravatío del Encinal.

Quiero agregar que las reglas son mas “relajadas” que en otras Bibliotecas que conozco. Puedes entrar con mochila sin temor a que te vayas a robar algo. Adentro hay una máquina de café pa’ que lo bebas junto a tu lectura y hay jardines internos para que te eches un tentempié. Enseguida pongo la imagen de uno de estos jardines para contar una anécdota final.

La anécdota versa sobre la puerta de marco rosa que se ve en la imagen. Durante mis estadías en la Biblioteca, acostumbraba sentarme en una silla con su correspondiente mesa, cercanas a la puerta, para recibir más directamente la luz del día. El problema en Dinamarca es que algunas veces, aunque amanezca soleado, el aire circulante es frío para un mexicano como yo. Esas condiciones climatológicas estuvieron presentes el día al que me refiero ahora, por lo que decidí levantarme de la silla para cerrar la puerta. Al intentar cerrarla, no pude hacerlo. “Está atrancada” pensé. Y como en México si algo está atrancado nomás es cosa de jalarle con huevos, pues apliqué esa técnica. La bronca es que no estoy en México, y nunca noté que la puerta estaba adecuadamente sujeta por medio de una pequeña cadena a la pared. Pues el vigor aplicado hizo que descompusiera el mecanismo no sólo de la cadena, también aflojé la manija de la puerta de donde había jalado. Discretamente acomodé la manija para disimular el daño y emparejé la puerta. Desde ese día no he vuelto a la Biblioteca Central de Roskilde.

M. Sánchez A.

Un día especial

Ayer fue un muy buen día para mí. Estuve por primera vez en mi cubículo en la Universidad de Roskilde. Aunque ya me lo habían asignado, no había ido porque se necesita un login y password para accesar al sistema de la escuela, y no los tenía. Ni modo de estar ahí enfrente de la computadora nomás viéndola.

Luego, luego a marcar territorio: Me puse a personalizar el Firefox, el Outlook, a ponerle un fondo de escritorio que me gustara…Hasta grabé videos desde ahí para mis colegas de Cicata y para mi adorada Mariana.

Ese fue sólo el inicio. Más tarde recibí un mail de mi asesor Morten Blomhøj, en el que me preguntaba si quería asistir a exponer mi proyecto Doctoral a Islandia a la Escuela de Verano para estudiantes de Doctorado de Matemática Educativa de países Nórdicos y Bálticos. De volada me emocioné. Más cuando me enteré que van a estar presentes Marcelo Borba de Brasil, Abraham Arcavi de Israel y Marianna Bosch de España. Y muchísimo más cuando me enteré que si aceptan el trabajo, el viaje en su totalidad es gratis.

El día de hoy envié mi documentación a la Directora del evento, y esperaré a que todo salga bien en la evaluación.

Enseguida, llegó mi colega Uffe Jankvist para invitarme a una reunión que periódicamente tienen los estudiantes de Doctorado del Departamento. Me explicó la mecánica: El anfitrión pone la comida y los demás asistentes se encargan de llevar las bebidas. También me dijo que estaba estrictamente prohibido llevar bebidas sin alcohol. No se vale el agua de horchata. Entonces ya tengo fiesta pa’l 25 de junio.

Llegué muy feliz a la casa. Aunque hacía muchísimo aire me fui a correr, y regresando me preparé una ensalada de lechuga, jitomate y aguacate, aderezada con limón y sal, y acompañada por dos trozos de salmón cocinado con mantequilla y pimienta. Me puse a la altura culinaria de Per.

Después de comer estuve platicando con mis queridas Idania y Mariana ¿Qué más se le puede pedir a la vida?

Hoy escribo estas líneas desde mi cubículo en la Universidad de Roskilde, deseándole a todas las mamás que quiero y con las cuales no me he podido comunicar por email, que se la pasen requetebien hoy yo todos los días que vienen.

Muchos abrazos y besos a las jefas,

Mario

¡Radio Mexicana!

Ayer en la tarde-noche estuve conviviendo un rato con Per. Me invitó a que nos echáramos una botanita que él preparó:

Botana 1: Papas y coliflor cocidas, con semillas de girasol pan tostado y aceite de oliva;

Botana 2: Espárragos y espinacas cocidas, con huevos cocidos, pimienta y creo que también le agregó aceite de oliva.

Lo anterior acompañado con un pan integral típico de por acá y salami. Yo sé que se oye medio raro, pero la verdad estuvo muy rico (ver foto).

Después de comer salimos a caminar por el barrio, y aproveché para que me sacara una foto.

Al regresar de la caminata, me invitó (a manera de cena), un platillo típico danés que dice que sólo se acostumbra comer en esta época del año: el Koldskål, que es como un yoghurt ligero que acompañas con cachos-moronas de pan tostado (como si fueran Korn flakes) y con hojas de una planta que no conocía, el ruibarbo.

Durante la cena platicamos. Siempre que platico con Per, aprovecho para preguntarle cosas sobre la vida y sociedad danesa. En nuestra plática saqué el tema de cómo, ha mi llegada a Dinamarca, había enviado unos once mensajes a diferentes personas que ofrecían cuartos para rentar, y que sólo él me había contestado. La explicación de Per para tal situación fue simple, pero sorprendente para mí: Racismo.

Per asegura que hay racismo y xenofobia en Dinamarca, sobre todo a partir de la guerra en Irak. Deben saber que Dinamarca envió soldados a Irak, y después de lo que sucedió en Londres y Madrid, los daneses pusieron sus barbas a remojar. El actual gobierno danés entonces endureció sus políticas migratorias y la gente (no todos) ven con recelo a los extranjeros. Particularmente a los musulmanes. Yo he confirmado mucho de lo que me dice Per leyendo al respecto y por supuesto, viviéndolo.

Yo le comente a Per que sí he percibido que algunas personas evitan, por ejemplo, sentarte contigo en el tren. También agregué que pensaba que la tolerancia hacia el inmigrante guarda una relación con el nivel educativo de las personas, porque por ejemplo en la Universidad de Roskilde, no he sentido esas vibras para nada.

El día de hoy amanecí con las palabras de Per muy frescas en mi cabeza. Como hoy es un día nacional de descanso en Dinamarca (Store Bededag o Día General de Oración; algo relacionado con el Cristianismo), decidí tomarme el día y buscar datos relacionados con los comentarios de Per.

Primero busqué artículos sobre el racismo en Dinamarca, y después estadísticas oficiales sobre las minorías. Bueno, descubrí que los mexicanos somos una minoría entre las minorías: De 5,427,459 habitantes que tiene Dinamarca, 584 somos mexicanos, es decir, el 0.0107% de la población total, aproximadamente. De esos mexicanos, sólo 151 estamos en Copenhague.

También descubrí que hay tiendas de empresarios mexicanos en Copenhague, que importan alimentos y artesanías mexicanas. Ya las visitaré.

Siguiendo con mi búsqueda de lo mexicano en Dinamarca, felizmente descubrí que puedo acceder a varias estaciones de radio mexicanas a través de internet: Radio Ranchito de Michoacán, Radio Universidad de Guadalajara, La Mexicana de Sinaloa, Videorola de Guadalajara (TV), La XEW del D.F., Canal Once del IPN (TV), etc. Ahorita por ejemplo estoy escuchando el noticiero de Carmen Aristegui.

Este hallazgo me alegró el día. Sentí como si a Robinson Crusoe le hubieran dado un radio.

Mario