Ya lo había notado. De hecho, como le advierto a mis estudiantes de doctorado: el campo de la investigación en educación matemática ES eurocentrista y anglocentrista.
Por ejemplo, Melissa, Alex y yo discutimos cómo este fenómeno de exclusión se refleja en los rankings de revistas de investigación en educación matemática (Andrade-Molina et al., 2020). Otras personas antes que nosotros ya habían señalado cómo el campo de la investigación en educación matemática es un lugar excluyente para ciertas minorías y comunidades de educadoras y educadores matemáticos no dominantes (e.g., Ernest, 2009; Meaney, 2013; Phakeng, 2017). Sus voces y sus ideas no son escuchadas.
Lo relevante aquí es que los investigadores en educación matemática con posiciones privilegiadas dentro de nuestra disciplina están comenzando a subrayar y articular estas prácticas de exclusión. Por ejemplo, están señalando cómo el dominio del idioma inglés como lengua franca en matemática educativa tiende a oprimir tradiciones académicas que se expresan en otros idiomas (Wagner et al., 2020), y cómo los cuerpos editoriales de revistas prestigiosas no hacen mucho por apoyar a los autores provenientes de esas tradiciones —y para quienes es más difícil publicar en esos foros (Geiger et al., 2022). Hoy justamente respondí una encuesta organizada por algunos miembros del comité editorial de la revista Journal of Mathematics Teacher Education (JMTE), que busca conocer los retos enfrentados y los apoyos requeridos por académicos de países poco representados en el campo, para poder publicar en revistas de educación matemática.
Estamos viviendo un momento histórico en el campo de la educación matemática. Algo que se podría denominar «The inclusive turn in mathematics education research».
El esfuerzo es importante y se aprecia, sin embargo hoy quiero ser pesimista: como escribí en una de mis respuestas a la encuesta de JMTE, pienso que a pesar de estos esfuerzos, el campo de la investigación en educación matemática seguirá siendo eurocentrista y anglocentrista por un largo tiempo.
Mario Sánchez Aguilar
Ciudad de México, 15 de septiembre de 2022 🇲🇽
Referencias
Andrade-Molina, M., Montecino, A., & Aguilar, M. S. (2020). Beyond quality metrics: defying journal rankings as the philosopher’s stone of mathematics education research. Educational Studies in Mathematics, 103(3), 359–374. https://doi.org/10.1007/s10649-020-09932-9
Ernest, P. (2009). Mathematics education ideologies and globalization. En P. Ernest, B. Greer, & B. Sriraman (Eds.), Critical issues in mathematics education (pp. 67–110). Information Age Publishing.
Geiger, V., Delzoppo, C., & Straesser, R. (2022). Supporting English non-dominant language authors’ efforts to publish: perspectives from the editors-in-chief of highly recognised journals in Mathematics Education. Educational Studies in Mathematics, 111(3), 543–565. https://doi.org/10.1007/s10649-022-10174-0
Meaney, T. (2013). The privileging of English in mathematics education research, just a necessary evil? En M. Berger, K. Brodie, V. Frith, & K. le Roux (Eds.), Proceedings of the Seventh International Mathematics Education and Society Conference (pp. 65–84). Mathematics Education and Society; Hansa Print.
Phakeng, M. S. (2017). Visible and invisible diversity in academic publishing. For the Learning of Mathematics, 37(1), 19–20.
Wagner, D., Bakker, A., Meaney, T., Mesa, V., Prediger, S., & Van Dooren, W. (2020). What can we do against racism in mathematics education research? Educational Studies in Mathematics, 104(3), 299–311. https://doi.org/10.1007/s10649-020-09969-w