
Esta es una pregunta fundamental. Si no importan, entonces no deberíamos preocuparnos por ellos y ellas. Enfoquémonos en nosotros mismos: en nuestro bienestar, en nuestros artículos, en nuestras ideas, en nuestras becas, en nuestra estabilidad laboral. ¡Al diablo con ellos y ellas!
Pero si sí importan, tomemos consciencia de que cada una de nuestras acciones e inacciones académicas tendrán repercusiones para los y las que vienen.
Yo pienso que sí importan y que hay trabajar para tratar de dejarles un mejor ambiente de desarrollo académico.
En el caso particular de México, habría que trabajar para dejarles posgrados consolidados donde puedan estudiar, revistas profesionales donde puedan publicar, espacios académicos donde puedan interactuar, pero sobre todo una comunidad de educadoras y educadores matemáticos más unida.
¡Larga vida a la educación matemática! ¡Los jóvenes son el futuro de nuestra disciplina!
Mario Sánchez Aguilar
Ciudad de México, 9 de septiembre de 2022