El súper matemático educativo. Parte uno.

super_matematico_educativo

Corría el año 2012, y en el Programa de Matemática Educativa (PROME) donde laboro existía un Seminario llamado “interno” en el que los profesores del Programa hacíamos presentaciones de ideas y de proyectos. Estas presentaciones estaban dirigidas a los mismos profesores del Programa. Aquí retomo y amplío una de las ideas que yo mismo presenté en ese Seminario Interno en febrero de 2012: “el super matemático educativo”. Debido a la amplitud del escrito, será publicado en dos partes.

El “super matemático educativo” (SuperME) es un modelo que identifica y describe las habilidades o competencias que en mi opinión, debería tener una persona, sea hombre o mujer, que quiera desempeñarse de manera profesional como investigador en el área de la educación matemática. Dichas competencias las propongo con base en mi propia experiencia como investigador. De ninguna manera estoy diciendo que las competencias que enunciaré las poseo yo mismo. No. De hecho considero al SuperME como un modelo utópico, en el sentido de que sería difícil poseer todas esas competencias… aunque es posible acercarnos a ellas.

El propósito inicial de la idea del SuperME fue constituir un modelo, un punto de referencia, que nos permitiera a los profesores del PROME identificar las competencias deseables que debería poseer un investigador en educación matemática, para que a partir de ahí, determináramos cuáles de esas nos correspondería promover como programa educativo entre nuestros estudiantes.

En mi opinión un super matemático educativo debería poseer doce competencias, de las cuales discuto las siguientes seis en este post:

  1. Posee conocimiento matemático
  2. Posee experiencia docente
  3. Posee una cultura general sobre la investigación en educación matemática
  4. Es un lector ávido
  5. Puede comunicar sus ideas de forma oral y escrita
  6. Tiene capacidad para publicar sus manuscritos

Las doce competencias que integran el modelo no son independientes. Se pueden identificar relaciones o conexiones entre ellas. Enseguida trato de clarificar cada una de las seis competencias antes enumeradas —en una próxima entrega presentaré las seis restantes—.

POSEE CONOCIMIENTO MATEMÁTICO

Existen duras críticas acerca de la ausencia de la matemática en la investigación en educación matemática y en la formación misma de los investigadores en el área (ver por ejemplo Eisenberg, 2014). Aunque tiendo a coincidir con algunas de estas críticas, no profundizaré aquí sobre este punto dado que ya he publicado al respecto en este blog y más allá (ver Aguilar, 2015). Aquí simplemente diré que el SuperME debería tener conocimientos matemáticos sólidos, al menos aquellos relacionados con los conceptos matemáticos que trabaja en su investigación —en el caso claro está, que su investigación involucre algún concepto matemático—.

POSEE EXPERIENCIA DOCENTE

Debido a que muchos de los problemas y fenómenos que estudiamos están relacionados con la educación matemática que tiene lugar en las aulas, pienso que el SuperME debería tener cierto conocimiento sobre las reglas, posibilidades y restricciones que moldean la enseñanza de las matemáticas en una institución dada; el tipo de conocimiento que se genera a través de la experiencia docente. De hecho varios de los mejores investigadores(as) que conozco, tienen en común que siguen siendo profesores de matemáticas. Pareciera que su experiencia docente les proporcionara, entre otras cosas, una visión más sensible y aguda hacia los fenómenos que estudiamos.

POSEE UNA CULTURA GENERAL SOBRE LA INVESTIGACIÓN EN EDUCACIÓN MATEMÁTICA

Piensen en un médico. Uno especializado, digamos en cardiología. Creo que un buen médico cardiólogo, aunque especialista en el estudio y tratamiento de enfermedades del corazón, debería tener un conocimiento general sobre el campo de la medicina y sus diferentes ramas; debería saber por ejemplo que existe la psiquiatría y la pediatría, y que ésta última se dedica al estudio de los niños y sus enfermedades. Asimismo, el SuperME, aunque se especialice en uno o varios temas, debería tener un conocimiento general sobre las diferentes áreas, métodos, y teorías que se importan y cultivan en el campo de la educación matemática, así como de congresos, libros, revistas, grupos de investigación y otros elementos que caracterizan el campo. Debe tener noción de lo que se produce en su comunidad o su región, y su relación con lo que se produce en otras comunidades y regiones del mundo.

ES UN LECTOR ÁVIDO

En el punto anterior señalé la importancia de poseer una cultura general sobre nuestra disciplina; creo que una manera de acrecentarla es leyendo literatura especializada. La investigación en educación matemática es un campo en constante crecimiento y expansión, y para mantenerse actualizado es imprescindible leer. Mucho. Leer es especialmente importante para los jóvenes en formación, quienes no solo deberían estar leyendo sobre el área que investigan, sino también sobre escritos clásicos que han conformado la identidad de nuestra disciplina. El SuperME lee de manera rutinaria —preferentemente diario— literatura especializada en investigación en educación matemática; no solo aquella relacionada con sus tópicos de investigación sino también sobre otros temas que le permitan ampliar su conocimiento sobre el estado y la naturaleza de nuestro campo. También se mantiene actualizado leyendo, al menos, los títulos y resúmenes de los artículos publicados en las revistas de investigación más importantes.

PUEDE COMUNICAR SUS IDEAS DE FORMA ORAL Y ESCRITA

¿Han conocido algún educador(a) matemático que es muy bueno para escribir pero terriblemente malo para exponer en público? ¿o viceversa? Quien se dedica profesionalmente a la investigación en educación matemática somete rutinariamente sus ideas y producciones a la evaluación y el escrutinio, y dichas ideas y producciones se comunican de manera oral y escrita; en suma, creo que es muy conveniente poseer la capacidad de comunicar ideas de manera clara, concisa y convincente, ya sea de manera oral o escrita; el SuperME posee tal capacidad. Pienso que es particularmente importante la capacidad de escribir bien nuestras ideas, no solo porque la escritura es un medio de representación más permanente que la oralidad, sino también porque los manuscritos tienen más peso o valor que las pláticas académicas para las evaluaciones y el desarrollo de la carrera del educador matemático.

TIENE CAPACIDAD PARA PUBLICAR SUS MANUSCRITOS

Esto se relaciona con el punto anterior. Como matemático educativo es importante escribir, pero más importante aún es publicar —¡y que citen sus trabajos!—. Lo voy a poner aún más drástico: el que no publica no va a poder destacar como matemático educativo —¿publish or perish?—, quedará atrapado en las arenas movedizas de la apatía y el miedo hacia la publicación. El SuperME tiene mucho de escritor polifacético que escribe y publica distintos géneros: artículos de investigación, de divulgación, reseñas, revisiones bibliográficas, ensayos, tuits, etc. Una práctica del SuperME en este respecto es que siempre tiene, al menos, un artículo en evaluación. Mientras tanto sigue escribiendo el siguiente manuscrito que intentará publicar.

Continuará…

Mario Sánchez Aguilar

 México, D.F. a 21 de agosto de 2015

REFERENCIAS

Aguilar, M.S. (2015). Where’s the “math” in “mathematics education”? Review of “Mathematics and mathematics education: searching for common ground”. Nordic Studies in Mathematics Education, 20(2), 97-101.

Eisenberg, T. (2014). Some of my pet-peeves with mathematics education. En M.N. Fried y T. Dreyfus (Eds.), Mathematics & Mathematics Education: Searching for Common Ground (pp. 35-44). New York: Springer: doi: 10.1007/978-94-007-7473-5_3

 

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