Hace unas semanas hubo cambio de director general en el CICATA, el centro de investigación donde laboro desde hace casi ocho años. Con el nuevo director han llegado muchos cambios; algunos de esos cambios han resultado muy polémicos y han sacudido a más de uno.
Escribir y opinar sobre esos cambios es delicado debido a las personas que involucran, pero creo que es necesario dejar constancia de ellos porque estoy casi seguro que esos cambios van a cambiar la historia del PROME — el departamento académico al que pertenezco dentro del CICATA — y muy probablemente también cambiará la configuración de la matemática educativa en México en un mediano plazo. Estas son dos predicciones en las que creo.
En particular, son dos los cambios que más han sacudido al PROME:
Primero, el nuevo director quiere que modifiquemos nuestra producción académica; esto es, que publiquemos en revistas más diversas, de preferencias indizadas en el SSCI — pero que no sea la revista RELIME — y en el padrón del CONACYT de México. El director también espera que construyamos proyectos de investigación patrocinados por el CONACYT, entre otras cosas. La parte delicada aquí es que aquellos académicos que no tengan una plaza permanente en el CICATA y que no cumplan con las mencionadas expectativas, no les será renovado su contrato y quedarán fuera del CICATA. En el PROME hay tres compañeros sin plaza permanente que este año serán evaluados con los criterios recién descritos. No pienso opinar aquí si considero a la aplicación de dichos criterios como positiva o negativa porque como he dicho, este es un asunto delicado. Sin embargo sí tengo una opinión al respecto.
El segundo cambio perturbador para el PROME es que el nuevo director ha decidido remover de su cargo y reubicar a nuestra compañera Elizabeth Mariscal. Digo que es un cambio perturbador porque Elizabeth además de tener mucho tiempo en el PROME — más que yo —, ha venido realizando trabajos administrativos importantes para el PROME.
Hay cosas que no puedo revelar aquí, o al menos no en este momento, pero pareciera que la reubicación de Elizabeth detonará un giro en la dirección que hasta el momento ha seguido el PROME. He querido escribir de esto porque es un momento en mi vida en el que se mezclan muchos sentimientos, por lo que el PROME ha representado en el desarrollo de mi vida académica y personal. Yo veo el panorama lleno de incertidumbre…
Mario