Homeless World Cup, Episodio 2

Al siguiente día fui a aplaudirle a México. Antes de que comenzara el partido de México presencié el espectacular juego de Inglaterra vs. Burundi. Los africanos eran energía pura. Barrieron a los ingleses 12 goles a 6.

Me llamó la atención un señor que estaba parado junto a mí en la tribuna. Estaba acompañado de su esposa y con una voz gruesa y potente gritaba de manera intermitente ¡Come on England! No dejó de apoyar a sus compatriotas ni antes ni después de ser superados en el marcador por los africanos. Unos minutos después de iniciar el juego se le unió otra solitaria joven inglesa que extendía una bandera con los brazos. Ambos despidieron con aplausos a su derrotado equipo al terminar el encuentro.

Como le dije a Patricia Lestón en el anterior capítulo del Blog, después de ver el comportamiento de estos ingleses, sí me remordió la conciencia de que los jugadores mexicanos vinieran hasta acá a partirse la madre y yo en la tribuna viendo el juego en el anonimato. Tenía que sacar al pambolero-patriótico de mi interior.

Justo antes de comenzar el encuentro México-España se paró junto a mí una muchacha con una sudadera verde inscrita con la palabra México. Comenzamos a platicar e hicimos una pausa cuando nuestros ex-drogadictos comenzaron a jugar.

¡Vamos México! comenzamos a gritar.

España no era rival para México. Les ganamos 8 a 2, y eso porque nuestro portero tuvo el caballeroso gesto de dejar anotar un gol a Isabel, la única integrante femenina del conjunto español. La prensa danesa que reseñaba los encuentros del torneo destacó este hecho.

Karol Ochoa es el nombre de la muchacha que conocí. Llegó hace un mes del D.F. a estudiar en la Universidad de Copenhague su Maestría en periodismo de guerra. Viene apoyada por el CONACYT y vive en un edificio para estudiantes de la Universidad. Me estuvo platicando sus impresiones iniciales de la ciudad, entre las que destacó lo caro de la vida, la seguridad de la ciudad (antes de venirse la asaltaron con pistola en la cabeza en el D.F.) y las bicicletas. Se veía entusiasmada. Me pareció una muchacha muy valiente. Pensé en mi hija.

El siguiente juego de México, ese mismo día, era contra los temibles africanos de Burundi. Yo me tuve que ir porque tenía una cita en el Skype con mi esposa. Intercambié coordenadas con Karol y me dirigí a la casa. En la noche miré el Internet y me encontré con la sorpresa de que México le había ganado a Burundi 4 a 2. Habían pasado a las semifinales. Iban contra Holanda al día siguiente y no me lo iba a perder.

Hoy estuvo lleno de actividad. Como es sábado las tribunas estaban llenas. Llegué a la hora en que comenzaba nuestro himno nacional. Después escuchamos el de Holanda, y el partido comenzó. Nuestros rehabilitados hicieron sentir orgullosos a todos los mexicanos ahí presentes. Jugaban como si tuvieran el salario de Cuauhtémoc Blanco. Cuando se escuchaban los gritos aislados de ¡Vamos México! nos buscábamos, nos identificábamos y nos saludábamos. Afortunadamente los ruidosos brasileños se unieron a un par de mexicanos en la tribuna para constituir una porra a favor de México (tómese en cuenta que México era el único equipo latino “vivo” ya que Argentina, Brasil y Chile quedaron en el intento…).

México comenzó dominando claramente el partido. El marcador iba 2 a 0 a favor de los nuestros, pero Holanda despertó invirtiendo la ventaja en el marcador 3 a 2. Los mexicanos no se dejaron y gracias a la destreza, potencia y personalidad de nuestro Capitán el partido terminó empatado a 4. Venía la definición en penales.

Se iban a tirar tres penales por cada equipo:

– Empezó Holanda y anotó

– Siguió México y anotó.

– Holanda anotó el siguiente.

– México lo igualó.

– Holanda metió su último tiro.

– Este es el último tiro de México:

La maldición que ha seguido al fútbol mexicano por décadas hizo su aparición en la esfera del fútbol de vagos. Los güeros holandeses empezaron a festejar y nosotros (o al menos yo) a mentarles la madre.

Quería felicitar a los jugadores. Lo hicieron muy bien. Mucho mejor de lo que lo hacen nuestros mediocres profesionales. Cuando localicé a la selección ya estaban rodeados de los paisanos: Unos que venían de vacaciones, un matrimonio que vive en Copenhague, los que venían de México acompañando a la selección. Nos saludamos, felicitamos a los jugadores, y nos tomamos fotos con las cámaras de cada uno. El Capitán nos agradeció nuestra presencia y nos expresó lo bien que los hacíamos sentir. Fue una tarde muy intensa y emotiva. Viva México y los mexicanos…a huevo!

Mario

4 comentarios en “Homeless World Cup, Episodio 2

  1. Hola Mario,

    Muy emotivo el encuentro y la forma en como lo cuentas, hasta pareces narrador, que bueno que hayas estado conviviendo con otros mexicanos, por mi parte me sigo apurando con mi tesis ya la termine y me mando Apolo algunos cambios que hay que hacerle. ¿Cómo vas con tú trabajo de investigación? ¿ya tienes algo especifico con lo que vas a trabajar?

    Saludos,
    Luis Arturo

    1. Hola Luis,

      Si no hubiera ido a la escuela a lo mejor hubiera sido narrador de fútbol o artista porno. Pero no es el caso.

      Sobre el trabajo de investigación, igual que en mi maestría, sigo haciendo cosas sobre el CICATA. Las últimas semanas he estado trabajando con mi asesor en un artículo que intenta mostrar tres cosas:

      i. Que este tipo de cursos basado en internet, bajo ciertas condiciones, pueden constituir un milieu de aprendizaje adecuado para generar discusiones/reflexiones matemáticas y didácticas que eventualmente produzcan algún cambio positivo en los profesores de matemáticas.

      ii. Que los profesores que atienden los cursos de maestría tienen un diferente background matemático y cultural, y que esta heterogeneidad influye en la dinámica de las discusiones.

      iii. Que la dinámica de las discusiones/reflexiones puede depender de la configuración del milieu, pero también depende de la calidad de la comunicación entre los participantes.

      Esa es una de las cosas que ando haciendo en mi Doctorado. A lo mejor hubiera estado más interesante lo del porno…

      Saludos,
      Mario

  2. Hola Mario,

    ¿Tú correo electrónico sigue siendo el mismo, tengo uno del Poli?, en caso de no ser así ¿me puedes mandar tú nuevo correo electrónico?.

    Saludos cordiales,

    Luis Arturo

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