“A los mexicanos les preocupa únicamente lo que acontece del zaguán de su casa para adentro. Sus relaciones con el mundo exterior, el acontecer de su propia patria, la suerte misma del patrimonio público, lo viven como meros observadores que asisten a un espectáculo”
Francisco Martín Moreno, en el libro ‘México Mutilado’
El 2 de septiembre de 2010 mi familia y yo regresamos a México. El regreso ha sido duro, muy duro.
Hay quien nos ha recibido con sonrisas y abrazos, pero hay quien nos ha proporcionado una dosis de insultos como recibimiento.
Después de vivir algunos años en una sociedad como la danesa es un shock regresar y ver la realidad mexicana. Aún más impactante ha sido ver y convivir nuevamente con los mexicanos y las mexicanas.
Hay gente maravillosa, trabajadora, educada, comprometida, necesaria, luchadora, solidaria, socialmente activa, inteligente, responsable, amigable con el ambiente, … Sin embargo nos hemos encontrado con muchas personas groseras, déspotas, abusivas, incumplidas, flojas, oportunistas, apáticas, poco profesionales, con una conciencia ecológica ínfima, que no se preocupan por lo que comen ell@s ni sus hij@s, machistas, sumisas, conflictivas, que no respetan las reglas básicas de convivencia social, que no valoran la importancia de la educación, envidiosas, superficiales, que todo lo miran a través del prisma del dinero… y aquí podría seguir…
Tampoco digo que en Dinamarca este tipo de personas no existan, lo que pasa es que en México abundan. Pero como dicen por ahí: «Con estos bueyes hay que arar la tierra».En lo personal lo que más me encabrona es el conformismo. Mis oídos están saturados de frases como: «Es que en México es así», «Es que así somos», «Ni modo, hay que pedirle a la virgencita que nos ayude».
¡No, no y no! Me niego a entrar a ese estado de dejadez y conformismo. A un estado contemplativo. Se que las cosas se van a poner peor. Ya me advirtió mi querida maestra Asuman Oktaç que voy a enfrentar muchas resistencias, sin embargo me niego a quedarme mirando, a darme por vencido. Un amigo mío me dijo hace un par de días: “Si te viniste de Dinamarca para no hacer nada, para no actuar, mejor te hubieras quedado alla”. Creo que tiene razón.
Estoy consciente de que no voy a cambiar las cosas que no me gustan de México y l@s mexican@s. Sin embargo, voy a escribirlas, a divulgarlas, a señalarlas, a fotografiarlas, a evidenciarlas.
Mario