Ayer estuve casi todo el día en la Expoprofesiográfica que cada año organiza el Instituto Politécnico Nacional (IPN). Es una exposición educativa en la que el IPN muestra las opciones que ofrece a los estudiantes mexicanos para que continúen con su desarrollo académico. Las opciones abarcan los niveles medio superior, superior y posgrado.
Me gusta y apoyo la propuesta de hacer una exposición como esa. Ves a muchos jóvenes buscando, preguntando, informándose, divirtiéndose.
Otra parte muy bonita, al menos para mi, es ver a padres o familias completas acompañando al joven estudiante a la Expo. Digo que al menos a mi me agrada esa idea primero, porque yo no estoy en su lugar; y segundo, porque se me hace buena onda que los papás se involucren y apoyen al joven. Aunque mi intuición me dice que para un joven promedio no ha de ser muy emocionante ir a la Expo con sus papás, en lugar de andar sólo con sus compas o novi@.
Siempre he creído que nuestro país tiene un problema de educación. Lo pienso cada que veo a una persona tirar basura en los lugares públicos sin el menor remordimiento, cuando viajo en el metro y miro cómo agandallan los lugares a personas que lo necesitan, cuando una mamá (o papá) le pone una madriza a su hij@ porque no le obedeció, en fin los ejemplos son muchos…En este contexto, me parece muy importante la labor que hace el IPN de informar y formar a los jóvenes que harán funcionar nuestra sociedad futura.
Bien por la Expoprofesiográfica. Además, es el único momento del año en que el señor Horacio me dirige la palabra.