Bogotá y el Chapo

No. No se trata de una historia sobre narcotráfico.

Esta mañana mi adorada Idania me ayudó a preparar mi maleta para mi primer viaje a Bogotá. Estuve jugando un poco con Mariana mi hija, hasta que pasó el taxi para llevarme al aeropuerto.

Estaba formado esperando mi turno para el check in en el aeropuerto, y la persona que tenía enfrente me llamó la atención por su look ranchero: Pantalón de mezclilla entubado y rematado con unas botas picudas de piel exótica; reloj, cadenas y esclavas de oro (o al menos eso parecían); bigote tupido y celular de última generación al oído.

Pensé en mis adentros: Ha de ser un ranchero rico o un narco que prefiere viajar en primera clase.

Pero cuando volteó me di cuenta que era ni mas ni menos que el Chapo de Sinaloa (el cantante, no el narcotraficante prófugo). Pensé en pedirle un autógrafo, pero no traía en donde imprimir la firma, sólo mi libro de Ibargüengoitia que estaba leyendo. No lo hice porque nomás iba a echar a perder el libro con esa firma.

Por fin subí al avión. Como mencione implícitamente, viajé en primera clase. Me acordé de cuando viajé por primera vez en esa categoría y no sabía qué hacer con la toallita húmeda para limpiarte las manos. Esta vez me desenvolví como pez en el agua.

Por fin llegué a el aeropuerto el Dorado en Bogotá donde me esperaba Roberto, un colaborador de Casio Colombia. Me hospedé en el Bogotá Plaza (desde donde escribo estas líneas) y ahí conocí en persona al Señor Juan Guillermo Soto  y a su esposa María Leonor Velez. Son personas muy agradables.

Mañana trabajaré con algunos profesores en la Universidad de La Sabana. Espero cumplir con sus expectativas…

M. Sánchez

Deja tu comentario

Introduce tus datos o haz clic en un icono para iniciar sesión:

Logo de WordPress.com

Estás comentando usando tu cuenta de WordPress.com. Salir /  Cambiar )

Foto de Facebook

Estás comentando usando tu cuenta de Facebook. Salir /  Cambiar )

Conectando a %s